El Revólver es un arma corta de fuego, en la que la munición se aloja alrededor de un cilindro metálico que va girando alrededor de su eje a medida que se dispara para colocar un cartucho en posición de disparo, permitiendo efectuar cinco o seis disparos sin recargar el arma.
Aunque existieron varios modelos de revólveres primitivos ya en el siglo XVIII, fue en 1835 cuando Samuel Colt patentó el primer revólver moderno de cinco disparos de simple acción, del calibre 36, basándose en un mecanismo de elevación de anclas que observó durante un viaje por mar. La rapidez de disparo del revólver comparándola con las pistolas de un sólo disparo de la época lo popularizó inmediatamente en todo el mundo.
Los primeros revólveres de Colt se cargaban metiendo por separado bala, pólvora y fulminante en una operación que llevaba varios minutos. En Francia el armero Lefaucheux había inventado un cartucho metálico que se disparaba mediante una aguja que sale por un lateral del cartucho y que al ser golpeada por el percutor disparaba
Inmediatamente en la década de 1840 aparecen los cartuchos de fuego anular que en pocas décadas terminarían con los demás sistemas y permanecería en uso hasta las primeras décadas del siglo XX en el que los cartuchos de fuego central sustituirían definitivamente a todos los sistemas anteriores. Alrededor de 1870 tuvo lugar otro importante avance al aparecer los revólveres de doble acción. En el siglo XX se añadiría a la mayoría de los nuevos modelos un sistema de seguridad que hacía que el percutor no descansara sobre el cartucho a no ser que fuera accionado por el gatillo, esto evitaría accidentes que ocurrían al caer el revólver cargado sobre una superficie dura, provocando el disparo accidental por inercia del percutor.
Los revólveres se clasifican según el mecanismo de disparo en revólveres de simple y doble acción. Los de acción simple requieren que se levante con el pulgar el martillo percutor del arma hasta una posición en la que queda bloqueado, en ese momento basta con apretar el gatillo para disparar el arma. Un revólver de doble acción es aquel en el cual apretando el gatillo se realiza todo el ciclo de levantar el martillo percutor y hacerlo caer disparando el arma. Un revólver puede ser simultáneamente de acción doble y simple o de uno de los dos tipos exclusivamente.
El permitir ambos tipos de acción es importante ya que el sistema de simple acción permite una mayor precisión de tiro cuando hay tiempo de tomar puntería, mientras que el de doble acción permite una respuesta instantánea en caso de tener que utilizar el arma de improviso. Varios modelos de revolver destinados a defensa personal son exclusivamente de doble acción e incluso tienen el martillo percutor oculto en el armazón del arma para impedir su manipulación. Los revólveres sólo de acción simple que se fabrican hoy en día están pensados para actividades de tiro deportivo o caza.
Partes a destacar del revólver:
La armadura: Cumple dos funciones básicas: servir como empuñadura y alojar en su interior todos los elementos mecánicos del revólver. Está compuesta por los siguientes elementos: Gatillo; palanca del gatillo; nuez del disparador; martillo; eje del cilindro; palanca pulgar; miras.
El cañón: De ánima rayada, en la mayoría de los modelos aparece ligado a la armadura.
El cilindro o tambor: Está compuesto por un conjunto de orificios donde se alojan las balas (normalmente 5 o 6). Cada vez que se efectúa un disparo, el tambor gira alrededor de un eje o pasador para preparar el arma de cara al siguiente disparo.
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